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in Cuadernos de Historia
Martín Alejandro Martinelli Palestina (e Israel), entre intifadas, revoluciones y resistencia. Prólogo de Ilan Pappé
Resumen:
Desde la creación del Estado de Israel en Palestina, la Nakba (catástrofe) en 1948, una creciente bibliografía ha analizado los conflictos desencadenados desde diversas disciplinas. A partir de los textos de Edward Said que describieron los juegos de poder en la representación de “Oriente”, valiosas aportaciones académicas como las de Ilan Pappé y Noam Chomsky otorgaron miradas críticas al relato nacional israelí que justifica las claves del régimen de apartheid mantenido en Palestina. Ahora, nuevas generaciones de académicos y analistas han continuado estas tareas desde diferentes países y mediante enfoques transdisciplinarios. Dedicado a estudiar Palestina, Asia Occidental y el sistema mundial desde la geohistoria, el historiador argentino Martín Martinelli (Universidad de Luján) presenta su libro Palestina (e Israel) Entre intifadas, revoluciones y resistencias, obra que se incorpora a la discusión sobre el último siglo en que el pueblo palestino ha resistido a la ocupación.
Desde la creación del Estado de Israel en Palestina, la Nakba (catástrofe) en 1948, una creciente bibliografía ha analizado los conflictos desencadenados desde diversas disciplinas. A partir de los textos de Edward Said que describieron los juegos de poder en la representación de “Oriente”, valiosas aportaciones académicas como las de Ilan Pappé y Noam Chomsky otorgaron miradas críticas al relato nacional israelí que justifica las claves del régimen de apartheid mantenido en Palestina. Ahora, nuevas generaciones de académicos y analistas han continuado estas tareas desde diferentes países y mediante enfoques transdisciplinarios. Dedicado a estudiar Palestina, Asia Occidental y el sistema mundial desde la geohistoria, el historiador argentino Martín Martinelli (Universidad de Luján) presenta su libro Palestina (e Israel) Entre intifadas, revoluciones y resistencias, obra que se incorpora a la discusión sobre el último siglo en que el pueblo palestino ha resistido a la ocupación.
El libro publicado por la Universidad de Luján llega en un momento en que la cuestión Israel-Palestina ha devenido en asuntos más complejos y prolongados de nuestro tiempo. Además de la emergencia humanitaria que implica la expulsión de uno de los grupos de refugiados más numerosos del mundo, se trata de un colonialismo de ocupación y una disputa en que, como explica Martinelli, todos los países de la región están profundamente implicados en diversas dimensiones y sentidos. Palestina conforma el escenario de la ocupación más larga que ha sido reconocida por el derecho internacional, y engloba casos de violación de los derechos humanos dentro y fuera de los territorios palestinos. Por estas razones, abordar el tema demanda una especial urgencia para poder entender uno de los conflictos más críticos de la actualidad.
El reconocido historiador israelí Ilan Pappé prologa el trabajo de Martinelli provisto de diez capítulos. Los cinco primeros, “Naciones y nacionalismo en el Mashriq y el Magreb”, “La identidad nacional”, “Historización de la palestinidad”, “Desde Al-Nakba de 1948 hacia Al-Naksa de 1967”, “La resignificación de la identidad nacional palestina (1967-1977)” elaboran un análisis minucioso de la situación epistemológica para comprender Palestina. En diálogo con teóricos que abordan las nociones del nacionalismo moderno, el libro es una herramienta útil para pensar la región a través del prisma de la construcción de la identidad. Tras hacer una revisión teórica sobre los componentes de este concepto, Martinelli muestra que es inútil tratar de conceptualizar la idea de una identidad única e inequívoca, sino que en realidad debemos identificar múltiples identidades según contextos y actores específicos.
Con esta perspectiva, el libro ayuda a desmontar el mito difundido de que la identidad palestina surge históricamente a partir de la fundación del Estado de Israel. Este argumento también lo critica el pensador palestino Elias Sanbar, quien rechazaba la idea de que las identidades tienen un “instante cero”, es continuamente usado para descalificar la existencia de una identidad palestina previa a Israel. Resulta valioso en este sentido el trabajo de Martinelli al historizar la idea de palestinidad, asimilando los componentes históricos que han devenido elementos de adhesión a través de una cadena de identidades o, dicho de otro modo, una “identidad en devenir”. Así, analiza cómo la pertenencia a la tierra, la permanente aspiración europea por dominar el territorio y la idea de “Tierra Santa” por diversos grupos musulmanes y cristianos formó un patriotismo local que antecede por mucho a la intervención sionista.
La cuestión de la identidad está en el centro de las reflexiones de Martinelli, quien las entiende como un fenómeno cambiante, relacional y en continua resignificación a través del tiempo, a diferencia de los discursos de los Estados Nación que tratan de construir identidades homogéneas circunscriptas a un territorio específico. Con este encuadre puede interpretarse mejor cómo la identidad palestina sufrió una superposición de elementos que conformaron “identidades múltiples”. Así, coincide con Edward Said en que el exilio resulta un elemento fundamental para definir las circunstancias que permearon en la identidad palestina dentro de un conjunto de pluralidades étnicas.
Martinelli es hábil al entrelazar los conceptos de nacionalismo, imperialismo y capitalismo con los niveles de análisis mundial, regional y nacional, por lo que se propone diferenciar el nacionalismo de los dominantes y el de los dominados, el nacionalismo de liberación y el nacionalismo de conquista. Además, como parte fundamental para abordar este tema y sus resignificaciones tras los grandes acontecimientos de la historia palestina, Martinelli expone en el capítulo seis, “Entre el Día de la Tierra y el comienzo de la Intifada 1976-1987”, cómo diversos símbolos como la sumud (resistencia diaria de permanecer en sus tierras frente a la expatriación), la kufiya (parte de la indumentaria fundamental palestina) y los fedayin (combatientes nacionalistas) devinieron elementos medulares dentro de la identidad palestina de resistencia.
Con el recorrido histórico del libro, el autor considera en el capítulo siete, “Argumentos entre Palestina e Israel”, el papel geoestratégico que tiene Medio Oriente para las principales potencias mundiales. Como resultado, el petróleo, el gas y las reservas energéticas resultan factores considerables para clarificar las intervenciones que continuamente soporta la región. La obra se nutre de estos elementos para deducir el sentimiento popular palestino que emerge de la guerra en sus momentos más destacados: la fundación de la Organización para la Liberación de Palestina ( OLP) por la Liga Árabe y su Carta Nacional en 1964; la resolución 242 y 338 de la ONU; la creación de grupos como Fatah (Movimiento Nacional de Liberación Palestina), Hamás (Movimiento de Resistencia Islámico), el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP). Todos estos hitos sirven para comprender el diálogo internacional de los palestinos con las propuestas del panarabismo, con los referentes de liberación nacional como la independencia argelina y la lucha del Viet Cong en Vietnam y con las ideas marxistas y socialistas que han llegado a encaminar la lucha armada.
La propuesta de Martinelli participa de la perspectiva de que el caso palestino debe analizarse dentro de una problemática regional y mundial aprendiendo de las experiencias históricas del colonialismo. Así, en el capítulo ocho, “Comparaciones con los kurdos, Sudáfrica y América Latina”, se realiza una lectura cruzada entre los casos palestino, sudafricano, kurdo y de varios pueblos en América Latina. Con esta perspectiva, estas regiones estarían emparentadas por sus relaciones migratorias, diplomáticas y por sus estrategias ideológicas vinculadas con la resistencia a las imposiciones coloniales e imperialistas. Esto, además, explicaría en buena medida los intensos movimientos de solidaridad transnacionales con la lucha palestina, que con diferentes estructuras han logrado posicionarla en América Latina.
El libro posee especial mérito por su atención a los aspectos culturales tratados en el capítulo nueve, “La resistencia a través de la cultura”, en donde se reflexionan los roles sociales que la literatura y los libros de texto tienen en Palestina. Mediante la revisión de las representaciones de la cultura palestina, reluce con potencia el esfuerzo de ciertas manifestaciones artísticas por romper estereotipos, testimoniar y movilizar a la vez. Este apartado es valioso, pues reconoce el enfrentamiento con un patrón de representación que sintetiza el mundo árabe a través de la equiparación semántica entre lo musulmán, lo árabe y lo terrorista. En el capítulo diez, “El rediseño del ‘Medio Oriente’ y Palestina”, Martinelli enfatiza y advierte que los efectos de ese sentido común que liga lo árabe con valores antidemocráticos no quedan aislados en el terreno de lo cultural, sino que han servido para intentar fundamentar el reordenamiento territorial en Asia y África y las invasiones de Irak, Afganistán, Libia y Palestina. Efectos que continúan operando en un espectro del discurso mediático.
De esta manera, como se ha referido al principio, el académico de la Universidad de Luján logra recoger en sus páginas el legado intelectual de decenas de autores que han abordado la guerra, la revolución y el imperialismo en Palestina desde diversos ámbitos y perspectivas. El libro asume un repaso por los principales tratados, particiones, dispersiones, ideologías y conceptos que han surgido para disputar la tierra de Palestina por israelíes y anteriormente por británicos, otomanos, bizantinos, cruzados, omeyas, griegos y romanos, entre otros. Esta amplia revisión de eventos conduce a Martinelli a coincidir con el sociólogo Andrés Piqueras, al afirmar que Palestina es “el lugar de todas las luchas”, un caso que amerita la máxima atención y participación internacionales para conseguir acuerdos dignos que conduzcan a la paz.
En conclusión, todos los estudiosos del campo elogiamos con especial reconocimiento la obra de Martín Martinelli, la cual representa un esfuerzo sólido para poder pensar los procesos de la identidad palestina como un fenómeno complejo en continua relación entre diversas culturas árabes, contextos y lugares, al interior y exterior de Palestina. En un entorno en donde la cultura y los movimientos nacionales de liberación tienen un rol cada vez mayor, celebramos que desde América Latina se consoliden voces dedicadas a establecer un diálogo que coloque la cuestión palestina como un asunto de importancia global. En consecuencia, mucho más que una investigación, el libro participa de un imperativo ético para pensar con y sobre Palestina, trascendiendo los obstáculos políticos que el tema suscita para insertarse en la agenda internacional.
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Author
Erick Rodríguez Velázquez
Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México, México